La belleza ampliando los contenidos en el poema breve  
         
      por Carlos Pensa  
         
     

     Como concepto, sentimiento o imágenes ofrecidas en frases comunicantes, la palabra belleza hace del lector un protagonista de vuelos elevados o pedestres de acuerdo con la envergadura de sus alas. Podrá decirse belleza, bello, hermoso y hasta bonito para despertar, en aquel que lee, figuras, lugares, sensaciones o recuerdos placenteros y nítidos.

     Creo que al mencionar a la belleza estamos pensando en el concepto; en cambio al nombrar lo bello, por ejemplo en el poema, el objeto mencionado como tal, sin más, adquiere otra dimensión y características hasta grandiosas en la mente del gozador de los versos sin olvidar la carga subjetiva en la apreciación individual que hace el lector. Supongo que bello y hermoso encierran similares adjetivaciones al ser aplicados a materias o seres determinados. En cambio el decir bonito estamos pensando buenamente o con largueza a propósito de la hermosura de esa imagen que enfrentamos. Como ejemplo de esta última afirmación me apoyaré en la figura del pez bonito que se ganó ese nombre, generosamente, por su cuerpo alargado, robusto, bien proporcionado y con su esbeltez colorida.

     En los poemas que siguen pretendo enfatizar la magnitud que logran los versos al invocar a la belleza o a la hermosura. Seleccioné algunos poemas breves en los cuales la aparición de aquel adjetivo amplia rápidamente lo descripto o relatado en cada trabajo ya que con sólo mencionar la belleza se están destacando cualidades o sugiriendo imaginarlas aun sin aparecer acompañadas con demasiadas explicaciones.

     Hace más de dos décadas leí, en el diario “La Nación” de Buenos Aires, esta frase de Joseph Brodsky: “……la poesía es un riguroso ordenancista de la prosa. Enseña a ésta no sólo el valor de cada palabra, las alternativas a la composición lineal y el don de omitir lo evidente”

     Aclaro que los entrecomillados en los trabajos que siguen, salvó mención específica, pertenecen a textos de las publicaciones que son fuente de consulta o del poema copiado.

     Sin pretender agotar la cuestión encarada y menos aún los ejemplos posibles de autores seleccionables mostraré poemas y poetas agrupados por algún tema dominante, vinculado con esta nota.

AMOR y belleza

Amalia Alcoba Martínez (1906-1988)

Sin rosas

Me parece que no hice suficiente
en largos años de dolida espera.
Tal vez no dije la palabra austera;
tal vez no fui esforzada ni valiente.

Tal vez dejé pasar serenamente
un amor, una idea, una quimera,
sin luchar por su triunfo, porque fuera
realidad lo soñado por la mente.

No sé si confié en Dios o fue pereza
ese dejarme estar con mudo asombro,
sin salir a batirme por mis cosas.

Sólo sé que buscando la belleza
y con mi cruz cristiana sobre el hombro
llego al final sin lauros y sin rosas.

     Del libro “Abogados Poetas”, editado por el Colegio de Abogados de La Plata, y por la Asociación de Jubilados y Pensionados de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, hecho en La Plata, en 1996.

     Esta poeta argentina llega al público lector editada por dos entidades que agrupan a los oficiantes del derecho: ella era abogada y presentó algunas obras con el seudónimo Irene Ene. Vale recordar palabras iluminantes de otro abogado poeta, Horacio Castillo, a propósito de esta dualidad vocacional enriquecedora de sus vidas: “…ambas disciplinas se alimentan recíprocamente, pues le son comunes la armonía, el equilibrio y la pulcritud y tienen como fundamento el orden: lo bello es orden y lo justo es orden”

     Aquí, la poeta, confiesa tener muchas dudas acerca de sus actitudes personales y reconoce que dejó pasar serenamente un amor, ya que vivió “buscando la belleza”. Mucho podremos imaginar sobre como fue esa búsqueda incesante, hasta el “final, sin rosas”, como ella nos dice, estimulando varias suposiciones.

Vicente Aleixandre (1898-1984)

El sueño

Hay momentos de soledad
en que el corazón reconoce, atónito, que no ama.
Acabamos de incorporarnos, cansados: el día oscuro.
Alguien duerme, inocente, todavía sobre ese lecho.
Pero quizá nosotros dormimos… Ah, no: nos movemos
Y estamos tristes, callados. La lluvia, allí insiste.
Mañana de bruma lenta, impiadosa. ¡Cuán solos!
Miramos por los cristales. Las ropas, caídas,
el aire, pesado, el agua, sonando. Y el cuarto,
helado en ese duro invierno que, fuera, es distinto.

Así te quedas callado, tu rostro en tu mano.
Tu codo sobre la mesa. La silla, en silencio.
Y sólo suena el pausado respiro de alguien,
de aquella que allí, serena, bellísima, duerme
y sueña que no la quieres, y tú eres su sueño…

     Del libro “Poemas amorosos” de Editorial Losada, Buenos Aires 1977

     Todo es quietud en este momento de soledad cuando “el corazón reconoce, atónito, que no ama.” Callado y pensativo él observa el dormir sereno de ella, la “bellísima” a quien antes amara. No nos detalla sus favorables características femeninas y sin embargo la veremos hermosa sin hacer el menor cuestionamiento: sólo leemos el verso y quedamos convencidos de sus atractivos.

     El autor, que en 1925, dejó todos sus estudios ya universitarios dedicándose a las letras, nació en Sevilla y murió en Madrid, habiendo recibido el premio Nobel de Literatura en 1977.

Ignacio B. Anzoátegui (h)

Me descubro amando
tus imperfecciones.
Es cuando tu belleza
surge, entonces,
plena,
potente,
incontenible.
Mi paisaje propio.
Y a un mismo tiempo,
la hoja y la flor
y la música y el color
de todo cuanto elegí
para decorar
la acreditada ficción de la felicidad.

     Del libro “Con tres o cuatro amigos” de Schapire Editor S.R.L Buenos Aires 1977

     El autor no tituló el poema, lo cual como decisión personal es inobjetable.

     Recuerdo un comentario sobre este libro hecho por Raúl Vera Ocampo en el diario “La Opinión” Buenos Aires del 5 de julio de 1978 donde él dice (sin elogiar el poemario) que Anzoátegui (h) es “conocido sobre todo por sus canciones…” El nombre completo de este artista argentino es Ignacio Braulio Anzoátegui.

     Aquí, “tu belleza”, en el tercer verso, ilumina la exaltación del ser amado y sin decirnos cuales son sus rasgos admirados, qué cualidades espirituales y materiales posee el ser querido o sus otros brillos resaltables, imaginamos, a puro capricho, a esa persona hermosa, “plena, potente e incontenible” que goza el afecto del poeta. La hermosura agranda, imaginativamente, las virtudes que quieren transmitirse en los versos.

Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)

XXXIX

¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable,
es altanera y vana y caprichosa;
antes que el sentimiento de su alma
brotará el agua de la estéril roca.

Sé que en su corazón, nido de sierpes,
no hay una fibra que al amor responda;
que es una estatua inanimada…; pero…
¡es tan hermosa!

     Libro RIMAS de Biblioteca Página 12 de Buenos Aires Carece de fecha de edición o impresión.

     Poeta español, llamado al nacer Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida y cuya “vocación literaria es precoz y su vida breve”. Se dice que sus primeros escritos, a los once años, son producto de la influencia del romanticismo.

     Leyendo este poema visualizamos a una mujer, vana, caprichosa y desamorada presentada por Bécquer como una estatua sin alma; cuánta belleza debió encontrarle a esta malvada e indiferente, para quedar, finalmente, gritando su hermosura. O… tal vez esa mujer era virtuosa y amable pero no se interesó por el poeta?

Francisco Luis Bernárdez (1900-1978)

Soneto lejano

Bello sería el río de mi canto,
Que arrastra por el mundo su corriente,
Si dicho canto no naciera en cuanto
El río se separa de la fuente.

Bello sería el silencioso llanto
De la estrella en la noche de mi frente,
Si dicha estrella no dístara tanto
De quien le da la luz resplandeciente.

Bello sería el árbol de mi vida
Si la raíz de amor lo sostuviera
Sin estar alejada y escondida.

Bello sería el viento que me nombra
Si la voz que me llama no estuviera
Perdida en la distancia y en la sombra.

     Del libro “La ciudad sin Laura” de Editorial Losada S.A. Buenos Aires 1978.

     Lo bello, como repetición enfática de lo querido, se lo menciona siempre condicionado por el distanciamiento en un lejanía inalcanzable, nostalgiosa e incluida en un pasado que aparece inmodificable. Versos rogantes para un ser de hermosura inolvidable: bella, atractiva y capaz de dar luz resplandeciente aun a las habitantes del cielo. Es la plegaria de un amante total y por ello capaz de embellecer una ausencia.

     Este poeta argentino fue un hombre alegre y feliz, según le dijo Jorge Luis Borges a M. E. Vázquez en el diario “La Nación” de Buenos Aires a pocos días de su muerte.

Ernesto Cardenal

Recuerda tantas muchachas bellas que han existido:
todas las bellezas de Troya, y las de Acaya,
y las de Tebas, y de la Roma de Propercio.
Y muchas de ellas dejaron pasar el amor,
y murieron, y hace siglos que no existen.
Tú que eres bella ahora en las calles de Managua,
un día serás como ellas de un tiempo lejano,
cuando las gasolineras sean ruinas románticas.

Acuérdate de las bellezas de las calles de Troya!

     Libro Poesía de uso de El Cid Editor, Buenos Aires, 1979

     Poeta de lo vital, sus inquietudes por una sociedad equitativa lo comprometieron totalmente en las luchas a favor de los pueblos necesitados de mejor justicia: su poesía es “arma en y para ese combate.”

     En 1957 ingresa a la vida religiosa y viajando a Cuba, en 1970, dicen que se produce su “segunda conversión” y ahora sería cristiano-marxista. Nunca dejó de luchar contra la abominable tiranía somocista de Nicaragua, su patria.

     De este libro, completo, extenso y antológico me quedé con algunos versos dialogantes donde hermosura y tiempo son el tema enfáticamente repetido para contarnos de bellezas del ayer, actuales y de futuras memorias.

Nazim Hikmet (1902-1965)

XX

El más bello de los mares
Es aquel que no hemos visto.
La más linda criatura
Todavía no ha nacido.
Nuestros días más hermosos
Aún no los hemos vivido.
Y lo mejor de todo aquello que tengo que decirte
Todavía no lo he dicho.

     Del libro Antología POÉTICA, de Editorial QUETZAL, Buenos Aires 1976

     Una nota de la Opinión Cultural (Buenos Aires 12-08-1973) dijo que este escritor era “sobre todo un intelectual a quien le apasionan las cosas que ocurren en el mundo, tanto los hechos políticos como la publicación de una novela”

     La caracterización precedente de este poeta turco parece suficiente sin olvidar que fue un artista perseguido y encarcelado pero que nunca dejó de escribir.

     Aquí, en el poema XX, el autor invita al lector a imaginar, sin limites, la magnitud de lo bello, movilizado por la esperanza de lo “mejor” pareciendo que él no duda de la llegada, hoy o mañana, de días más hermosos portadores de acontecimientos admirables.

Pierre-Jean Jouve (1887-1976)

Pensamientos del reino

Me quedan los hermosos objetos
Bellos pensamientos y ricas mujeres
El tedio de cada suerte del hombre
Y la aventura de la muerte.

Me quedan todos los temas
De santidad sin una llama
Pena de una obra sin la suma
Y la aventura de la muerte.

     Del libro “POESÍA” traducido por Federico Gorbea de Ediciones Librerías Fausto, Buenos Aires 1974.

     Pensador repitiente a propósito de la misteriosa “aventura de la muerte” este poeta ofrece aferrarse a la vida invocando y disfrutando objetos hermosos, algunos o muchos de los tantos que nos rodean. También induce a ejercitar “pensamientos bellos” para con ello recobrar sueños, esperanzas y el disfrute de situaciones agradables. Los primeros versos marcan la senda para imaginar elementos materiales apreciados, recuerdos bien seleccionados y mujeres ricas en espiritualidad y seguramente de figuras anheladas e inolvidables.

     Tanto amó Jouve “la belleza” que en un poema así titulado pidió a Dios el poder de escribir sobre ella y creo que esto lo logró pues el autor nos dinamiza para mentalmente pensar en infinidad de hermosuras.

     Este escritor francés, de amplia producción literaria, gozó en vida de gran reconocimiento público.

Konstantino Kavafis (1863-1933)

Contemplé tanto

Contemplé tanto la belleza,
que mi visión le pertenece.

Líneas del cuerpo. Labios rojos. Sensuales miembros.
Cabellos como copiados de las estatuas griegas;
hermosos siempre, incluso despeinados,
y caídos apenas, sobre las blancas sienes.
Rostros del amor, tal como los deseaba
mi poesía…en mis noches juveniles,
en mis noches ocultas, encontradas…

     Libro “KAVAFIS-56 poemas” de ediciones Mondadori, Madrid 1998

     Hubieran bastado los dos primeros versos para incluir a este poeta en la presente selección, ya que con las nueve palabras iniciales abrió espacios infinitos, emocionantes y tan atractivos que se apropiaron de la visión del autor y sin duda alimentarán la idealización de quienes disfruten la obra.

     En los versos siguientes, pocos otra vez, la imaginación del lector que ya fuera estimulada desde el inicio de este poema, verá cuerpos sensuales, hermosos y estatuarios. “El amor homosexual y la evocación de la antigüedad clásica” son algunas de las características de este reconocido poeta griego que nació y murió en Alejandría, al norte de Egipto y vivió parte de su existencia en Gran Bretaña. Su nombre completo fue Konstantino Petrov Kavafis y se lo ha castellanizado Constantino Cavafis.

Leopoldo Lugones (1874-1938)

Las tres gracias formando…

Las Tres Gracias formando triple corona al lecho
de mi Aglaura, tres dones de belleza le han hecho:
en su tez, el deseo; la pasión que provoca,
en su cuerpo; y las dulces palabras en su boca

     Del libro “Se miran, se presienten, se desean” es el erotismo en la poesía argentina. ANTOLOGÍA. Selección, prólogo y notas de Rodolfo Alonso. Ameghino Editora S.A. Rosario, Argentina. 1997.

     El autor fue un intenso partícipe de la vida política y cultural de su nación, Argentina: “quería a toda costa hacer un país” (opinión del escritor Dardo Cúneo) En el poema que precede al aquí publicado él dice a su querida “ocultemos los besos y caricias”; Lugones, “el marido ejemplar”, hacía esta propuesta pues “se enamoró perdidamente de una muy joven mujer “, y ese afecto permaneció públicamente velado.

     En estos versos aparece mencionada la belleza, pero ninguna descripción aclaratoria la acompaña, sin embargo, sin necesidad de esfuerzos, imaginamos las cualidades femeninas resaltadas.

     Aglaura oculta el nombre real de la mujer destinataria de tanta admiración, mujer de la cual se prendó Lugones y como se ve en este epigrama todas sus características resultan grandiosas con sólo pensar en los “dones de belleza” que posee.

Alejandra Pizarnik (1936-1972)

Estar

Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.

No hay silencio aquí
sino frases que evitas oír.

Signos en los muros
narran la bella lejanía.

(Has que no muera
sin volver a verte.)

     Del libro “extracción de la piedra de locura” de Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1968

     Nacida en la Argentina como Flora Alexandra Pizarnik, fue poeta de la soledad, el dolor y la muerte, según sostienen algunos de sus biógrafos. La obra que dejó ya subsiste, reconocidamente, mucho más tiempo que el que ella misma vivió. Puede suponerse que el titulo de este libro hace alusión a la creencia medieval de que la locura aparecía con un crecimiento del cerebro sobresaliendo por la frente.

     Sostuvo que ella dejaba que el poema se escriba como él quiera, algo así como decir que la autora era el instrumento de ideas impulsoras poetizándolas en su creación.

     En este trabajo, Pizarnik abandonada, recuerda la “bella lejanía”: debió ser hermosa aquella otra época que, ahora, recuperada en palabras, motoriza la imaginación del lector iluminando por lo menos “este cuarto” sombrío”.Para los más soñadores esa lejanía puede evocar situaciones ilimitadamente venturosas.

Fernando Sánchez Zinny

Río escondido

Pasos callados, ladrona:
en el ocaso perdido
te ríes como al descuido,
sabiendo que te perdona
mi corazón desmedido.
Dulce, furiosa amazona,
bella crueldad sin sentido,
hoy vas al río escondido
que entre juncos abandona
penas de imposible olvido.

     Del libro SOMBRA ADENTRO, impreso por Editorial Dunken, Buenos Aires. 2004

     El autor es un creador argentino de este, nuestro tiempo, que ha publicado otros poemarios que fueron muy bien recibidos. Su actuación en el periodismo también lo prestigió por sus notas sobre la actualidad.

     En este poema la bella es una mujer que practica una crueldad inexplicable aprovechándose del afecto sin medida de quien nos la presenta en versos: si aquella mujer, ladrona, riente y tan desconsiderada se ganó esta poesía, como lectores deberíamos visualizar a una muy hermosa amazona.

Alfonsina Storni (1892-1938)

Soy esa flor

Tu vida es un gran río, va caudalosamente.
A su orilla, invisible, yo broto dulcemente.
Soy esa flor perdida entre juncos y achiras
que piadoso alimentas, pero acaso ni miras.

Cuando creces, me arrastras y me muero en tu seno;
cuando secas, me muero poco a poco en el cieno;
pero de nuevo vuelvo a brotar dulcemente
cuando en los días bellos vas caudalosamente.

Soy esa flor perdida que brota en tus riberas
humilde y silenciosa todas las primaveras.

     Publicado año 2012 en www.Amediavoz.com/storni.htm

     Pocos versos le bastaron a la autora para dibujar nítidamente un espacio natural donde el río “piadoso alimenta” a los ocupantes de sus riberas. Poema con rimas sencillas que alegran la lectura en esta confesión de “esa flor” monologante, Suponemos paisajes vegetales y de repente, en el verso octavo, “los días bellos”, de aquellos paisajes se nos presentan, en nuestra imaginación, como atractivos, luminosos y coloridos.

     Alfonsina Storni Martignoni nació un 22 de mayo en Suiza. Llegó a San Juan de Argentina con 4 años de edad y una familia en situación de pobreza. Ya viviendo en el país escribe su primer poema a los 12 años. Se recibe de maestra ejerciendo su docencia en Rosario, yendo luego a Buenos Aires. Acabó con su vida arrojándose a las oleadas aguas de Mar del Plata.

Idea Vilariño (1920-2009)

Sabés

Sabés
dijiste
nunca
fui tan feliz como esta noche.
Nunca. Y me lo dijiste
en el mismo momento
en que yo decidía no decirte
sabés
seguramente me engaño
pero creo
pero ésta me parece
la noche más hermosa de mi vida.

     Del libro “Poemas de Amor” de Schapire editor S.R.L en Buenos Aires, 1972

     Monólogo al otro o a la otra: con pocas palabras gozan un acuerdo sobre ese bienestar que tanto sienten al revivirlo.

     No sabemos dónde ocurrió ese enorme suceso, no hay un espacio siquiera sugerido y sí, podemos creer que el momento recordado es reciente, casi simultáneo con las palabras dichas. De repente, en el último verso, “la noche más hermosa”, ilumina nuestra imaginación permitiéndonos sospechar que los dos protagonistas tienen el alma repleta de alegría.

     Esta escritora uruguaya logró difusión internacional. Era además docente.

Homenajes con belleza

Rafael Alberti (1902-1999)

Epitafio para Elisa Muchnik

ELISA, estás en Roma, en Buenos Aires,
en París, en nosotros. Te queremos.
Dulce y fuerte que eras. No te has ido.
Es de noche en el mundo. Vuelve, vuelve.
Te recordamos bella y luminosa.
¿Qué motivo has tenido para irte?
Si estás aquí, no veles tu presencia.
Habla, llora, sonríe. Te esperamos.

     Del libro “Canciones del Alto Valle de Aniene”, por Editorial Losada S.A. Buenos Aires 1972.

     Este conocidísimo poeta español luego de la guerra civil vivió en Argentina varios años. Como se sabe su producción literaria es importante.

     Estos versos pueden enjoyar la tumba de la homenajeada y disparar la imaginación del lector quien pensará, a Elisa, en su estancia terrenal, “bella y luminosa”.

     El poema revive a la ausente, conversándole ya que el autor no entiende porqué debió irse y le ruega oírla otra vez llorando y sonriendo vitalmente. Elisa Muchnik, la bella recuperada en los versos, era esposa del editor de R. Alberti, don Jacobo Muchnik que fundó la Compañía General Fabril Editora S.A. difusora de libros inolvidables.

Carlos Marcelo Constanzó (1916-1997)

Lo inigualable
(A Carlos Saúl Menem) (*)

Nunca será más bella la belleza
que en la Madre de Cristo, cuando llora
ante aquella verdad desoladora
que inclina, de su Hijo, la cabeza.

Las mujeres en llama de tristeza.
El centurión que el pánico desflora.
La tragedia de un cielo que colora
de negritud traiciones y vileza.

Han cesado las hieles y el sarcasmo,
se iergue de las lenguas en marasmo
una clave de sol y una semilla.

No existe una hermosura más grandiosa
que la Virgen llorando, ni otra cosa
superior a su lágrima sencilla.

     Del libro “Los Búcaros Flotantes”, editado por Colección DIEGO AZUL, Buenos Aires, 1984.

     Escritor argentino de variada obra, ofreció a sus lectores libros de prosas narrativas y ensayos pero la poesía acumula la mayor parte de su bibliografía en especial como sonetista. Ejerció el periodismo y quienes lo conocían destacan su culto a la amistad desinteresada El escritor Carlos María Romero Sosa, que trató intensamente a este poeta (*), ha dicho de él que sabía de distancias, no por viajero y menos por turista en tour de compras: había sido, siempre, un cabal imaginero de renovados horizontes.

     En este trabajo ofrenda a la “Madre de Cristo” enfáticas alusiones a su “hermosura grandiosa” en su conocida situación de mujer dolida “cuando llora por aquella verdad desoladora”.

     (*) El escritor Romero Sosa me informó que Constanzó tenía una personal amistad con el ex Presidente argentino Carlos Saúl Menem.

Rubén Darío (1867-1916)

La gitanilla

Maravillosamente danzaba. Los diamantes
negros de sus pupilas vertían su destello;
era bello su rostro, era un rostro tan bello
como el de las gitanas de don Miguel Cervantes.

Ornábase con rojos claveles detonantes
la redondez obscura del casco del cabello,
y la cabeza firme sobre el bronce del cuello
tenía la patina de las horas errantes.

Las guitarras decían en sus cuerdas sonoras
las vagas aventuras y las errantes horas,
volaban los fandangos, daba el clavel fragancia;

la gitana, embriagada de lujuria y cariño,
sintió cómo caía dentro de su corpiño
el bello luis de oro del artista de Francia.

     Del libro “rubén darío - 31 poemas”, editado por Grijalbo Mondadori S.A. Madrid 1998.

     Pudo dedicarle los versos a una mujer oriental, africana o del nuevo mundo, como se llamo a nuestro continente: Darío elogió a la gitana maravillado con sus atributos, todos atractivos. El poeta, exaltado hace decir a la guitarra, gracias a “sus cuerdas sonoras”, aquello que él siente embriagado y expectante por la lujuria de su objeto de admiración Ella, bella, requería por lo menos un “Luis de oro” para ganarse la oportunidad de su cercanía.

     El autor, nacido en nicaragua como Félix Rubén García Sarmiento, vivió en Chile, Argentina, España y Francia y encabezó el movimiento modernista.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

II

Lo que él, frenético, cantara,
está, cual todo el cielo,
en todas partes. Todo lo hizo
fronda bella su lira. Por doquiera
que entraba, verdecía
la maravilla eterna
de todas las edades.

     Del libro “Diario de poeta y mar” (1) de EDITORIAL LOSADA S.A. Buenos Aires 1972.

     Autor exigente consigo mismo y buscador de la hermosura, con su obra provocó “una revolución en la lírica hispano hablante”. Vivió en España, su país de nacimiento y en EEUU, donde escribió estos versos en homenaje a Rubén Darío a las tres semanas de su muerte. Cuando el poeta afirma que “Todo lo hizo fronda bella” la magia poética de Darío, recordada por Jiménez, aparece capaz de verdecer cualquier espacio o tiempo imaginables, enfatizando aquella afirmación totalizadora con sus repetidos todas y todos. Este libro apareció en 1916, año de su boda llamándolo “Diario de un poeta recién casado” y luego fue retitulado como se lo conoce en esta publicación.

     Juan R. Jiménez sufrió repetidas depresiones.

     Dos años antes de su muerte se le otorgó el Premio Nobel de Literatura.

     (1) “Diario de poeta y mar”: obsérvese que las cinco últimas letras resaltadas son el segundo apellido de la amada esposa de J.R.Jiménez, la señora Zenobia Camprubí Aymar

Carlos Penelas

Descubrimiento de la rosa

Hubo palabras. Bellas, diminutas.
Volaban sobre el vacío, sobre la muchedumbre.
Iban por el aire con la claridad
de la mirada indómita, del miedo,
iban libres por las habitaciones. Sin vestidos.
Hubo palabras cálidas atravesando
lágrimas, la tristeza del tedio,
la acumulada realidad del cansancio.
Volaban como pájaros, leves.
De silencio en silencio. Como sombras.

     Al momento de hacer esta nota, primavera de 2012, el poema anterior, no había sido publicado en forma de libro. Me llegó en el formato de un señalador para colocar, el lector, entre las páginas que va leyendo y fue impreso por Editorial DUNKEN de Buenos Aires para publicaciones de este autor argentino.

     Doble agasajo portan estos versos pues el título del poema contiene un simbolismo preciso: la rosa como significante de belleza natural. En simultáneo luce el homenaje a las palabras que son el instrumento necesario y apreciado por los oficiantes de la versificación. Dice Penelas, admirativamente, que ellas son bellas, leves y cálidas. El último verso resalta al silencio que expectante y profundo prepara al lector o al oyente para el goce de la frase cargada de ideas e imágenes hermosas.

Adalberto Polti

2.

Aquella flor alta y bella como la negrura de la noche
detiene su mirada
sostiene el tiempo con el pétalo de su mano
espía el universo
Extranjera en ciudad lejana atraviesa días y mares
y sólo pide piedad para sus muertos

Un dios antiguo inundó sus ojos de oscuro presentimiento

     Del libro “BAJO LUZ INFINITA” de Adalberto Polti, por Ediciones Botella al Mar Buenos Aires 2012.

     De los ricos contenidos de la obra, fuente del poema, elijo este homenaje a los sueños en espacios ilimitados. El primer verso resalta dos elementos hermosos: la flor bella sólo por ser flor y la negrura de la noche ofreciendo la infinitud a la imaginación del soñador libre de limitaciones; mientras, la flor curiosa “espía el universo”. Este escritor, argentino y actual, publicó el poema en el capítulo ´ La noche sueña otros universos¨ designación que nos introduce claramente en sus temáticas.

Belleza natural

Charles Baudelaire (1821-1867)

XVII

La Belleza (*)

Soy hermosa, oh mortales, como un sueño de piedra,
y mi pecho en que todos encontraron su herida
nació para inspirar al poeta un amor
silencioso y eterno como lo es la materia.

El azul es mi reino, soy esfinge secreta,
corazón como nieve y blancura de cisne;
odio cuanto su mueve y desplaza las líneas,
no he llorado jamás ni jamás he reído.

Los poetas, al ver mi actitud majestuosa
que parezco copiar a la altiva estatuaria,
quemarán su existencia en austeros estudios.

Porque yo sé hechizar al amante y esclavo
con espejos purísimos que hacen más bello el mundo:
¡Estos ojos tan grandes de fulgores eternos!

La Belleza (**)

Yo soy bella, ¡oh mortales!, como un sueño de piedra.
Mi seno-donde el hombre se desangra y expira-
Mudo, infinito amor al poeta le inspira,
Coronada de rosas lo mismo que de yedra.

Campea en el azul-esfinge impenetrable-:
Bajo alburas de cisne llevo un alma de nieve;
Odio los movimientos que las líneas remueve;
Lo mismo ignoro el llanto que la risa inefable.

Los poetas, absortos frente a mis actitudes
-Que asumidas parecen de altivas magnitudes-
Consumirán sus días sondando las edades;

Que tengo para embrujo de amadores tan fieles,
-Espejos que trasmutan las guijas en joyeles-
Mis ojos, grandes ojos, de eternas claridades.

     Publicado el mismo poema en dos soportes diferentes:

     (*) Libro “LAS FLORES DEL MAL”, Biblioteca LA NACION, diario de Buenos Aires, por Editorial Planeta, año 2000, hecho en España
     (**) Circula en Internet - año 2013- como versión o traducción de Carlos López Narváez

     Este poeta francés publicó “Las flores del mal” en 1857 siendo considerado un poema ofensivo de la moral pública y el autor condenado judicialmente por su obra; esa obra recibió antes otros dos títulos: “Las lesbianas” y ”Los limbos”.Varios de sus poemas permanecieron prohibidos hasta 1949. Baudelaire opinaba que el mal era parte de la esencia humana y fue calificado como poeta maldito. Lo bello y hermoso aparece explícitamente en muchas oportunidades en sus versos, además de haber escrito un específico “Himno a la belleza”
     Parece interesante ofrecer dos traducciones del mismo trabajo recordando aquello de Traduttore, Tradittore (traductor, traidor) que resalta la importancia del rol de esos trabajadores del arte en dos idiomas y sus decisiones subjetivas.

Jerónimo Castillo

La nieve

Eterna en los dominios de la altura,
llegas en ocasiones hasta el llano.
Fundiéndote en el hueco de mi mano
angustias con tu fuga mi ternura.

Tu presencia me dice que Natura
desdice la belleza del verano,
cuando pinta con tinte soberano
y pinceles de cielo tu blancura.

Los que anhelan tu savia bienhechora
verán con alegría tus capullos
esperando lucirte con la aurora.

Yo, que pienso dormirme a tus arrullos,
soñaré con la página sonora,
aunque vibren tan sólo tus murmullos.

     Del libro “PÓRTICO” de ediciones del Personal del Banco de Mendoza, Mendoza, Argentina 1975.

     “Sonetos del espíritu de las cosas” es el capítulo donde aparece este poema, título que ya crea el clima para los contenidos de ese espacio. Sereno y claro en su decir, el autor nos trasmite su visión admirada de la naturaleza y sus creaciones. Resalto, del prólogo del libro hecho por el poeta, su propuesta mejoradora del verso libre: “la poesía formal, el metro en la poesía y la rima como aporte” enriquecedora de cualquier obra poética.

     Con este escritor argentino vemos e imaginamos gozosamente la hermosura de la nieve.

     Nació en Luján de Cuyo (Mendoza) el 30 de setiembre de 1943. Se radicó en San Luis en el año 1954, curso sus estudios primarios en el Colegio Don Bosco y los secundarios en el Colegio Nacional "Juan Crisóstomo Lafinur" de esta ciudad.

Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

I

MARIPOSA de luz,
la belleza se va cuando yo llego
a su rosa.

Corro, ciego, tras ella…
la medio cojo aquí y allá…

¡Sólo queda en mi mano
la forma de su huida!


XXX

¡QUÉ hermosa muestra eres, cielo azul del día,

a los despiertos ojos
de lo despierto!

¡Qué ejemplo hermoso eres, cielo azul nocturno,

a los ojos dormidos
de lo que sueña!

     Del libro “Piedra y cielo” de Editorial Losada S.A. Buenos Aires 1968.

     Fue tan decidida su búsqueda de la hermosura que el poeta tituló “Belleza y Poesía” a una de sus obras. Actuó como factor principal del movimiento renovador llamado modernismo y su creación es objeto de continuas reediciones editoriales.

     En la publicación, fuente de estos poemas, la naturaleza luce desde el nombre del libro y explícitamente en estos dos trabajos, brevísimos y completos. Los elementos, dibujados con palabras, provocan coloridas sugerencias al lector imaginante.

Jorge Lomuto

11

soñé que navegábamos los dos
en una balsa de irupé
verdor
prosperidad
candor y río
la paz que se recuesta sobre náuticos círculos

trayecto de irupé
          plato del agua
estirpe de irupé
          victoria regia
imagen de irupé
          pasión y vida
emblema de irupé
          idilio cielo

12

admiro
     a la flor que procura embellecerse
          y embellecer
               a la vegetación que la rodea

     Del libro “CARMEN Y LA TARDE” de Ediciones P.L.A. Buenos Aires 1999

     El autor, escritor argentino actual, fue partícipe del grupo literario cooperativo que se llamó P.L.A. (Promotora del Libro Argentino) grupo que fuera muy dinámico en la década de los recientes años noventa.

     En estos dos poemas la naturaleza luce descripta elogiando en el primero la “imagen del irupé, pasión y vida”; vegetal acuático o plato de agua que regala semillas alimenticias. Lomuto le sugiere al irupé muchas cualidades: leer e imaginarlas! En el poema 12 aparece la flor, que solo por ser esencialmente hermosa embellece aquello que la rodea: todo condensado en pocas palabras.

Pablo Neruda (1904-1973)

Agua

TODO EN LA TIERRA se encrespó, la zarza
clavó y el hilo verde
mordía, el pétalo cayó cayendo
hasta que única flor fue la caída.
El agua es diferente,
no tiene dirección sino hermosura,
corre por cada sueño de color,
toma lecciones claras
de la piedra
y en esos menesteres elabora
los deberes intactos de la espuma.

     Del libro “Plenos poderes” de Editorial Losada, Buenos Aires 1977.

     Este poeta chileno, galardonado con el Premio Nobel de literatura en 1971, fue nombrado al nacer Neftalí Ricardo Reyes. Puede afirmarse que todos sus empleos laborales fueron cumplidos para sostenerse económicamente ya que su existencia estuvo dirigida a vivir para la poesía y versificar lo cotidiano. Aquí, el agua es hermosura, sueños, color y lo demás que el lector imaginará con este dinámico poema.

Silvina Ocampo (1903-1994)

Jacarandá

Discreta la luminosidad tenue del jacarandá
aquí se esconde entre el vulgar verdor
de otras plantas y de un farol sin luz.
No trata de mostrarse, de lucirse
de imponer su belleza.
Casi azul no es azul.
Casi violeta no es violeta
pero cuando caminamos sobre sus flores
caminamos sobre el cielo.
Si existieran santos entre los árboles,
Jacarandá, serías mi santo
y depositaría a tus pies
la ofrenda
de tus propias flores.

     Publicó la revista “REFLEJOS”, número 78 de marzo 2013 en La Plata, Pcia. de Buenos Aires, Argentina

     “Escritora argentina cuya obra en prosa y en verso se desliza en una atmósfera propia de marcada sutileza. La naturaleza, los objetos y los personajes de sus obras están rodeados de silencios, misterios y son observados desde puntos de vista nada convencionales. Buenos Aires, sus perfumes, los árboles de Palermo, las enredaderas, los jardines de infancia son presencias que, lejos de ser elementos decorativos, constituyen su mundo personal y literario. Discreta y escondida como el Jacarandá, su obra pide silencio interior para ser escuchada.” Adriana Zingoni.

Osvaldo Rossler (1925-2004)

A unas islas

Erguidas, bellas, naturales
     bajo el espacio,
          están allí cerca del ansia,
               no de la mano.

               El hombre las contempla, admira
          aquello intacto,
     y vuelve a ser entre los hombres
el exiliado.

     Del libro “VOCACIÓN Y DÍAS 1966-1975” de Emecé Editores. Buenos Aires 1975.

     El lugar elegido en estos versos, pocos y ricos en contenidos, son unas “islas bellas” pero lejana y ansiada por un solitario insularmente exiliado “entre los hombres”.

     Los cuatro primeros versos contienen un sinnúmero de lugares a plena naturaleza y dado que se las ofrece como hermosas, aquí imaginar es posible sin límites, por ejemplo representándose al viento y las aguas danzando alegres.

     Quienes conocimos a este autor argentino podríamos sostener que el contemplador es Osvaldo Rossler, poeta que vivió entre nosotros rodeado de soledades en su búsqueda interminable de la perfección. Esa búsqueda se plasmó en varios poemarios que dan prueba de esta afirmación. Como canta autor grabó un disco de reconocida calidad artística.

Olga Selis

Prisión

Hoy el día es demasiado bello.
  Tarde de otoño
    en las calles de mi pueblo.
      Triste, en mi claustro, imagino:
        la tibia caricia del sol
          rozando rostros ajenos,
            la suave brisa y el azul inmenso.
              Cuando salga de este encierro
                el día sólo será un bello recuerdo.

     Del libro “Pertenencias” de Ediciones TU LLAVE Buenos Aires, 2008

     Sin ornamentos estimulantes ni abundancias descriptivas la autora logra llevar los pensamientos del lector a un momento imaginado hermoso pero negado a ella.

     Procurando saber de la relatora y de ese momento podremos suponer a una investigadora de laboratorio o a una empleada burocrática cumpliendo su horario laboral y, porqué no, una prisionera encarcelada.

     En cualquiera de estas posibles situaciones el poema ensombrece el “claustro” mientras afuera, reina brillante un “otoño demasiado bello, acariciante y de azul inmenso”: belleza sólo para el recuerdo de quien la supo soñar.

Pensamiento embellecidos

Julio Cortázar (1914-1984)

The happy child

La breve pausa de la dicha
gira en el aire y es el pétalo
posado apenas en tu pelo
con las abejas de la brisa.

Danzando vas en la belleza
que fluye de esa dicha leve,
oh niña que no ves moverse
las alas de una rosa negra.

     Del libro “Julio CORTÁZAR, veredas de Buenos Aires y otros poemas” de la colección dirigida por Mario Benedetti, editó ESPASA CALPE de Buenos Aires en 1995.

     Este escritor argentino vivió la mitad de su vida en Europa aunque nunca perdió sus contactos e interés por su país y por América Latina en general, hechos sobre los que me enfatizó particularmente cuando conversé con él en París en enero de 1977.

     Mucho se ha dicho y escrito sobre Cortázar narrador “en cambio la critica ha mostrado un cauteloso desden hacia su poética que posee alta calidad”.

     A pesar del lenguaje coloquial y argentino del fraseo de este autor varios poemas, en este libro, fueron titulados en inglés.

     Abundan las imágenes en estos pocos versos que nos llevan a reflexionar sobre la felicidad que puede ser “breve y leve”.

Nalanda Hridhaya

PÚRPURA

No hay belleza en el mundo
que pueda compararse a Tu mirada.

Soledad, misterioso placer.

¡Oh, faisán dorado, abre Tus alas!

Marchito mi corazón te recuerda,
con alegría en el jardín que duerme.

     Del libro AFORISMOS TÁNTRICOS, de la Editorial Escritores Argentinos, Buenos Aires 2010-

     La lectura acerca del ave del poema y sobre todo su mirada incomparable, me deslizó hacia sencillas reflexiones:
     • el faisán dorado es uno de los muchos que componen su colorida familia.;
     • los colores simbolizan la diversidad vital;
     • la naturaleza, esencial alegría de la vida, es diversidad cromática.

     Aún “en el jardín que duerme” se podrá fantasear con el faisán que impresionó a la autora, o con los otros de colores diferentes.

Carlos Penelas

Libertad

¡Oh solitaria!
  Tu nombre quiebra la piedad
    que nuestra mirada rutinaria
      cubre con despojos.
        Estás en los antiguos bosques,
          en la utopía de los vagabundos,
            En las alas del alba tu belleza
              y en la memoria de los insurrectos.
                La única ofrenda del destino.

     Del libro “El Corazón del Bosque” de Torres Agüero Editor. Buenos Aires 1992

     Con intensos versos alegóricos este autor argentino actual, guiado por su pericia artística, logra imágenes contundentes que dejan ver “bosques antiguos”, “vagabundos” utópicos y “las alas” libertarias recordando a insurrectos seguramente idealistas.

     No puedo dejar de enfatizar la economía de textos con que se logró este trabajo ya que con pocas frases Penelas expone abundantes contenidos. Obsérvese que la “libertad”, entronizada en el poema se sostiene, en cada verso con pensamientos categóricos.

Adolfo Luis Pérez Zelaschi (1920-2005)

XXXIX

Ya hemos derrocado a las estrellas, abatido a los dioses.
También a dios.
Intentamos reemplazarlos con los farolitos de papel y cañas
que agitamos con furor en la inmedible noche.
¡Qué hermoso es todo esto!
Sí: ahora nos parecemos a luciérnagas perdidas en una selva
que encienden y apagan sus traseritos amarillos,
cada una con su lucecita para sí.

     Del libro “Suma LX obra poética 1938/1998” de la colección metáfora de Editorial VINCIGUERRA. Hecho en El Palomar, Pcia. De Buenos Aires, Argentina en 1998

     Este escritor argentino ha dejado publicada una grande variedad de obras narrativas y poéticas que fuera justamente apreciada ya en vida del autor. Fue un laborioso, paciente y estimulante coordinador de talleres literarios. Escéptico a propósito de la solidaridad humana, en este poema, irónicamente la hermosura es el individualismo de cada uno que sirve sólo para iluminarnos el trasero.

     Pérez Zelaschi era miembro de la Academia Argentina de Letras.

Antonio Requeni

Oscuro fuego

¿Quién necesita que yo escriba?
  Sin embargo es hermoso
    vivir por la belleza, aproximarse
      al fuego oscuro en el que arde
        la fiesta y el misterio de la vida.
      Aunque a nadie le importe.
    Brilla en la noche el verso
  Bello y desamparado
como un cuerpo desnudo.

     Publicado en www.poeticas.com.ar y copiado en julio de 2013

     Breve desarrollo para lanzar preguntas y pensamientos que llevan al lector a quedar convencido, sí “…es hermoso vivir por la belleza…”

     El autor argentino fue periodista por varias décadas y simultáneamente editó libros con obras bien apreciadas.

     Es miembro de la Academia Argentina de Letras. Como creador resaltó la importancia de la reflexión como motor de las energías vitales. En CRONICÓN DE LAS PEÑAS DE BUENOS AIRES (1985) difunde una irónica opinión de María Elena Walsh: “no es lo mismo ser profundo que haberse venido abajo”.

Carlos María Romero Sosa

Haiku

No hay valor manco:
Verdad, Bien y Belleza
se dan la mano.

     Del libro “Destiempo de tranvías” de Proa Amerian Editores. Buenos Aires 2012

     Este autor argentino, actualmente en plena labor creativa; a su larga oferta artística la ha enriquecido con opiniones muy bien fundadas. Es un exigente oficiando con la palabra y sus producciones, en prosa o en verso, siempre resultan satisfactorias para el lector.

     “El haiku es un telegrama poético, reza una greguería de Ramón Gómez de la Serna” nos recuerda Romero Sosa en una de sus tantas publicaciones.

     El trabajo aquí compartido es textualmente breve, respetando el formato literario elegido y la belleza comparte su presencia con valores incuestionables que se tornan objetos de reflexión.

Lía Noemí Uriarte Rebaudí (1925-2011)

II

Mi soledad está llena
de sones armoniosos:
son voces interiores
que vienen de otro mundo
__un mundo de belleza
que sueña mil bondades__.

Mi soledad se ha hecho
la soledad sonora
que busca en sí el consuelo
de todos sus pesares…

     Del libro “CANTO ELEGÍACO” de Ediciones Botella al Mar. Buenos Aires 1986

     La autora poetiza sus pensamientos exhibiendo el convencimiento, fe mediante, de que “voces interiores vienen de otro mundo de belleza”; así, con esta elevada imaginería sus vuelos no tienen límites y de esos otros mundos trae algo de hermosura esta escritora argentina.

     En el libro dice Raquel Sajón de Cuello que este es “un canto sencillo, claro y simple con instantes soledosos y plenos. Hay aquí un alma que canta sabia y suavemente”

Jorge Vocos Lescano (1924-1989)

De una carta

“…por hermoso que sea o verdadero
el poema que vas a publicar,
lo que con él publicarás primero
siempre será el dibujo de un sendero
con todo lo que falta por andar.”

3.

Triste o dichoso,
dichoso o triste,
como sea, lo que existe
siempre por ser es hermoso.

     Del libro “OBRA POÉTICA”, edición de la Academia Argentina de Letras. Buenos Aires 1979.

     Quienes tratamos al autor podemos acordar con la introducción al libro, llamada ADVERTENCIA por Ángel J. Batistessa: no era promotor de su obra, ni hacía “propaganda autodirigida”. Sus libros, apreciados y legítimamente premiados, fueron en general sobrias ediciones del autor que por su tamaño cabían en nuestros bolsillos (11 x 14cms.) bolsillos que los lectores cuidábamos celosamente.

     Para este poeta argentino la existencia es esencialmente hermosa. Comentando su obra escribió Julio Arístides: “su decir se cifra en versos ceñidos, en palabras precisas y todo envuelto en la lírica belleza del misterio de Dios” (diario “La Prensa” Buenos Aires 27-05-79)

 
         

Pubilcó:
1) Ignacio B. Anzoátegui (h) “Polígono de cuentista y poetas” Nº 54, mayo/2012 (Buenos Aires)
2) Vicente Aleixandre “Polígono de cuentista y poetas” Nº 55, julio/2012 (Buenos Aires)
3) Amalia Alcoba Martínez “Polígono de cuentista y poetas” Nº 56, octubre/2012 (Buenos Aires)
4) Gustavo Adolfo Bécquer en “Polígono de cuentista y poetas” Nº 57, Diciembre 2012 (Buenos Aires)
5) Francisco Luis Bernárdez en “Polígono de cuentista y poetas” Nº 58, Abril 2013 (Buenos Aires)
6) y 7) Ernesto Cardenal y Nazim Hikmet en “Polígono de cuentista y poetas” Nº 59, Julio 2013 (Buenos Aires)
8) y 9) Pierre-Jean Jouve y Konstantino Kavafis en “Polígono de cuentista y poetas” nº 60, septiembre 2013 (Buenos Aires)

 

 
www.poligonovirtual.blogspot.com